lunes, 29 de octubre de 2007

Calco estúpido

¿Cómo podría ser
que entre el césped que se agita en el cerro
las mujeres zamarreen sus trofeos
y los chicos conozcan el vientre del lujo?
Es un curioso dibujo.

Curioso, porque en las perlas y en los poodles
en los azulejos, lisos rubios,
habita el calco estúpido.
Mi amigo, date cuenta:
¿de quién es el calzado que usas?

Mientras tus hijos con sus lupas
queman a los insectos de la periferia,
tu cuerpo pequeño dentro del saco
Secreta los mismos mensajes
que secreta el calco estúpido.
¿Eres tú, acaso, un estúpido?

La respuesta:
En la línea cocida de nuestros labios
Los que sabemos cosas
somos perros celosos.
Lo suficiente para pasar el resto de los tiempos
en laberintos azarosos.
Mi amigo, date cuenta:
nuestras sonrisas y nuestras banderas
de hace tiempo lucen tono común.
Mas no han alcanzado
A rozar el blanco aún.

jueves, 25 de octubre de 2007

Prometo compartirlo

Experiencia que asciende
con el humo que boto
sobre mi se reúne (estratosfera).
Quisiera tocarla como quien
acaricia su trofeo.
Tan modesto que lo veo.

Mis dedos muy pegajosos, mi soplido
la parte en dos, tres, cuatro
y al final entre partículas me bato.
No hay recipiente para ahorrar el estrés.
Esta experiencia condensada.
Estas fotografías y lamentos.

Crudo estaré, todavía.
Permanezcan conmigo, amigos:
al final del día,
un relámpago y un regalo.
Prometo compartirlo
en cuanto sepa abrirlo.

martes, 2 de octubre de 2007

Colegas

Ignorar las hormonas
es lo que nos va faltando
para derretirnos jugando
como niños de muecas tiernas.

Sentémonos en círculo:
nos mostramos los dientes,
entre margaritas, margarinas.
Me apuñalas con la lengua en forma de caricia.

Yo prefiero que hables tú.
Háblame tú: mi lengua se la comieron los seres humanos.