miércoles, 5 de noviembre de 2008

La conocida plaga de polillas.

Las ideas sueltas que brotaron de mi anoche
mientras volvía a mi hogar
tenían la peculiaridad
de estar doblemente resecas
además de ser pronunciadas
en un tono que asustaría al mismo otoño.

Pero deben ser pronunciadas con precaución
con sagacidad y muecas heróicas.
y con los cabellos agitados por la noche,
pues,
no se debe olvidar
que las cunetas y postes en Santiago
son grabadoras y cámaras respectivamente
y lo que queda de constelación
no es otra cosa
que un moderno equipo de iluminación.

No hay que olvidar todo eso
y mucho menos mientras pronuncio
las frases de final de temporada
de este absurdo montaje cinematográfico
que ya me acostumbré
a llamar vida
vidita mía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que la vida se convierte en montaje Cinemamográfico para ti.