miércoles, 11 de julio de 2007

Caballito

Lechosa caíste al lado
y galopando huiste.
Para colmar mis ansias
me deslizo en patineta.
No esperaba verte aquí
en la jaula que será mariposa
algún día romperá el asfalto con su lomo.

Antes de que pase tuve la ocasión
de ahogarme en tu mochila de color
Con tus huellas seguidas, tapadas por la nieve.
La alforja, el ojo negro y el amor.
El tipo que señala la instrucción
y el pito que me aturde, acordeón.

Espuma y obsesión.
No esperaba verte aquí.
Mientras sudo entre el ganado
te miro y respondes galope.
Y aunque me apure en las cavernas
tu paso me dobla, bien sabes tú.

Cuando la luz nos empapa
filtrada por el cielo que amenaza.
Desearé dejarte galopar
hasta que puedas el pórtico cruzar
balcones babosos cortar.
Adiós caballito, que tu filo
endulce la miel
que la estaca acaricie mi piel.

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