sábado, 14 de julio de 2007

Los atragantados

Yo no sé todavía
por qué al final del día
la jarra se tiende a colmar

Voy a servir pasados
en una cena familiar.
Que Sátiro encuentre su lugar
entre la estufa y la mesa.
Donde yo mismo
me hago bolita
y aprieto las muelas.

En ese momento les pretendo confesar:
una gitana me detuvo,
y mientras humeaba del tubo
sentado me hizo jurar.

Voy a gritárselo a todos
sin siquiera ánimo de rimar
porque las maldiciones se gastan
y los malditos aprenden.

Así ya no habrá más jarra llena
ni tampoco más cena.
Mastica bien ese pan:
hoy no existe aguardiente
para hacerlo pasar.

1 comentario:

Paulina Bello dijo...

uff...me gustan tus poemas, aunque debo admitir que no sólo soy una huasa pa la tecnología, sino también para leer poesía...así que asumo que eres bueno porque anuque no entienda del todo lo que escribes, al menos me provocas alguna sensación. este último poema me frustra, me atraganta....es terrible, no porque sea malo, sino porque produce una sensación angustiosa. En fin, cero que si haslogrado conmover a una persona chuza, en poesía, como yo es por que lo haces bien.
Un abrazo grande para ti Matías y espero que sigas así de apasionado con la vida, sintiéndola tan intensamente que te inspire para escribir más poemas y tocar música.
Hasta pronto!