jueves, 12 de julio de 2007

Justo ahí.

Y mientras el charco llama
tú me miras con sed.
Se cruzan baldosas
con los balcones salivales.

Esa cabellera de espantapájaros.
me pareció tan dulcemente vieja.
Por un momento sentí que mi uña te rozaba.
Por un momento formamos eslabones con las ancas.

Y encontré amigos en la galaxia.
Pasas de largo, me reservo el aroma
por días y días de fiebre.
Sabes que mañana volveré a estirar el plástico tiempo
hecho en Taiwán.

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